CONEXION:  Bosque +  Laguna  + tu cuerpo  + tu mente  + tu corazón.
Yoga + BreathWork (Respiración) + Terapia de Tina de Hielo + Brunch Saludable .

Es hora de reducir la velocidad y volver al equilibrio, a Conectar con el Estilo de Vida que necesitas. Es hora de dejar de lado el Estrés y sumergirnos en herramientas para abordar nuestra salud de la Mente y el Cuerpo.

En  un oasis de tranquilidad y rejuvenecimiento a través del yoga, la meditación, los trabajos de respiración en el bosque , la experiencia de tina de hielo y la comida saludable.

  • Fundamentos del encuentro.
  • Práctica Yoga al aire libre. Conectar con el Cuerpo
  • Experiencia  en el Bosque, Conectar con la Respiración.
  • Experiencia de  Exposición a Baño de Hielo. Conectar con la respuesta de Estrés.
  • Brunch Saludable, Conectar con nutrir el cuerpo.

 

Todo organismo vivo está diseñado y evolucionado para lidiar y responder frente a los desafíos de la vida y el estrés es el estado o condición que se genera en respuesta a esto. De acuerdo a investigaciones en este campo, los grandes gatillantes del estrés son la falta de control, incertidumbre, falta de información y los conflictos. Cuando estamos bajos estas circunstancias, las cuales en esta sociedad y específicamente en estos tiempos son de una frecuencia elevada, podemos decir que estamos en la condición llamada estrés.

Frecuentemente están más allá de nuestra capacidad de manejo y es aquí donde se convierte en una presión en el organismo que no es posible de llevar. Esta capacidad es muy programada en nuestro sistema nervioso principalmente a través de las experiencias vividas muy temprano en nuestra vida, lo cual puede generar un patrón de respuesta mal adaptada que afecta o impacta nuestra percepción de la realidad o entorno. Toda nuestra percepción del mundo, la seguridad y nuestra respuesta de estrés, lo que es pura fisiología, se ve afectada. Podemos sentir más desregulación o desequilibrio cuando no existe una amenaza real o tal vez ser más propensos a no reconocer una amenaza cuando existe.
Cuando reaccionamos a una condición en nuestra vida hay un componente emocional que es quien comienza a generar una bioquímica en nuestro cuerpo, un estado, porque nuestro cuerpo está percibiendo e interpretando una situación de emergencia o amenaza. Esta química es ácida y si no nos ocupamos de ella, se almacenará en nuestra vasta red de tejido fascial y sistema linfático, sistema a cargo de lidiar con los desechos químicos. Este hecho de manera crónica conduce a desequilibrios en todos los otros sistemas de nuestro cuerpo, todos relacionados con la congestión, oxidación e inflamación.
Hay maneras para adaptarse al estrés. Es un proceso de aprendizaje, el cual puede ser visto como un poder, el poder de la adaptabilidad, quien tiene en su raíz o como fundamento la conexión, que significa unión, presencia y consciencia. A su vez, desconexión significa lo contrario, es decir, separación, rechazo o ausencia.

Cuando vivimos de una manera desconectada o carente de estímulo, perdemos conexión hasta lo más profundo de nuestro cuerpo y su fisiología.¨

Estamos hechos para poder adaptarnos, es parte de nuestra esencia como especie, por lo que esta desconexión genera respuestas maladaptativas.

Movimiento, respiración y sensibilidad en la respuesta de estrés.

Nuestro estado mental, emocional, físico y bioquímico se refleja en la manera que respiramos y nos movemos.

La regulación voluntaria o consciente de la respiración significa control y conexión con nuestra fisiología o bioquímica y nuestro sistema nervioso autónomo.

La resiliencia al estrés es algo relacionado con nuestra capacidad de equilibrar la esfera autonómica del sistema nervioso en la respuesta de estrés, a través de nuestra conexión con la rama parasimpática de este sistema, reflejada a través de su actividad o tono vagal, en donde es bien sabido que tiene un papel muy importante en los mecanismos de autorregulación.

Una actividad parasimpática baja está relacionada con una adaptabilidad al estrés debilitada, siendo el tono vagal un índice de vulnerabilidad o de capacidad de manejo y resiliencia.

La exposición a estímulos o estresores (frío), buscando hormesis, es una manera de despertar la conexión con nuestro cuerpo y nuestra respiración. Despertando nuestra capacidad natural de control interno y equilibrio, mostrándonos evidencia de nuestra naturaleza curativa a través de respuestas antiiflamatorias y de adaptaciones cruzadas, lo que demuestra que las adaptaciones a un tipo de estresor  ayuda al cuerpo a adaptarse a otros estresores.

Debemos crear un camino de aprendizaje a la adaptación al estrés y comienza con la conexión con el cuerpo, nuestra fisiología y el dominio de nuestro sistema nervioso.

El proceso de aprendizaje es adaptabilidad, que podemos experimentar en nuestros niveles de energía, estado de ánimo, claridad o foco mental, experiencia de dolor,  recuperación o sanación.

Los efectos positivos del YOGA sobre nuestro cuerpo y mente son innumerables:

  • Mejora la oxigenación cerebral.
  • Se regulan los neurotransmisores, el sistema nervioso, la alerta y la gestión, y los síntomas del estrés, la ansiedad y la depresión.
  • Libera las tensiones del cuerpo, reponiendo energía y liberando toxinas.
  • Actúa sobre el sistema circulatorio, respiratorio y digestivo.
  • Regulación de la producción hormonal mejorando la capacidad pulmonar, la tensión arterial y la frecuencia cardíaca.
  • Mejora la motricidad y el equilibrio, los procesos de atención y concentración, la socialización, el rendimiento intelectual y laboral.
  • Los beneficios sobre el sueño son incomparables, favoreciendo sueños reparadores.
  • Durante el proceso se mejora el sistema nervioso autónomo, reeducando y equilibrando la vía simpática y parasimpática. Esto produce un efecto de calma en la mente, con la disminución de la hiperactividad.
  • Asimismo, su práctica favorece la regulación del peso corporal y ayuda a controlar las conductas obsesivo-compulsivas hacia la ingesta de alimentos, equilibrando los procesos digestivos, circulatorios y endocrinos.