Ashtanga en Concepción.

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md002599.jpgBien, ya era hora que difundieramos ésta info, las prácticas de Ashtanga en Concepción ya partieron hace 1 mes, y dónde? en Chacabuco #480 dpto. 4to B.
Cuándo? los Martes y Jueves de 19:30 a 21:00 y Sábado de 9:00 a 10:30 hrs. Pero antes deben contactarse, ya que los cupos son limitados.
Cel. 09-7157322 o éste mail pinchando acá.
Y para ir entendiendo un poco sobre la práctica, ésta es una excelente explicación de lo que es Ashtanga Yoga hecha por Andrés Wormull en su blog:
” Bueno, Ashtanga es Advaita aplicado, punto. Sin teorí­a, palabras o adornos aplicamos el modelo de los koshas a través de una práctica simple y pura. Aplicando los tres puntos de acción (tristhana), o sea asana, pranayama y drishti, armonizamos e integramos nuestra consciencia a través de las tres envolturas más externas, o sea fí­sica, vital y mental, proporcionando estabilidad corporal, emocional y sensorial respectivamente. Cuando este proceso se vuelve firme y estable comenzamos a cultivar cualidades meditativas, a permanecer en el aquí­ y ahora. Desarrollamos entonces el poder de discernimiento (viveka) de nuestra naturaleza esencial, así­ como la capacidad de mantenernos verdaderamente contemplativos ante la realidad. Este proceso sistemático, afirman rishis y yogis, culmina eventualmente en la experiencia de la conciencia de la unidad. En Ashtanga vivenciamos Yoga, nos movemos independientemente en silencio, respiramos meditativamente, observamos el reflejo de nuestra mente, y de ahí­ podemos tal vez decidir la aplicación de esta experiencia.La práctica debe ser siempre meditativa, placentera y terapéutica, debe crear los espacios necesarios para el desarrollo personal y la comprensión de la realidad como un todo. Debe enseñarnos primero a reconocer y luego trascender nuestras limitaciones, a aceptar y entender los ritmos complementarios de la existencia como las fluctuaciones fí­sicas y mentales, la vitalidad y la enfermedad, la vida y la muerte. Debemos despojarnos de la idea de evolución lineal, el progreso no se mide en términos de asanas o series, sino más bien es un reflejo de nuestra felicidad interior y calidad de vida, de buscar un punto de equilibrio entre los polos, entre nuestras debilidades y fortalezas, entre el goce y la austeridad o entre la renuncia y la participación. Y sobre todo, dejar de crear dos mundos a partir de uno.”