teverde1.jpgTuve ayer una maravillosa invitación de mi amiga Sofía. En Casa Poli, la artista visual Angélica Pérez realizaría una ceremonia del té japonesa.
Una invitación a experimentar los sentidos, en el borde del mar, en un lugar que para ella estaba perfecto para ésto. Todo fue muy tántrico, una ceremonia que es una llamada al “silencio” un “silencio presente”, una meditación que comienza antes de entrar a la casa en un sendero de hojas de té donde hay que caminar descalzos con el sonido del mar y el viento en un perfecto día. Una vez dentro Angélica nos prepara el paladar con un trozo de dulce para luego ser partícipes de los movimientos absolutamente estudiados de la preparación del té, observando la absoluta simpleza y belleza de los objetos de bambú y de cerámica que componen los utencilios de té. El té que se usó fue un té verde pulverizado que contiene mayores propiedades que el té verde de hoja. Una mezcla de meditación, experiencia, instalación, arte y sanación.
Se logra por unas horas convertir a Casa Poli en una Casa de Té.
Esta es la primera vez que ella realiza la ceremonia del té, y es un trabajo que nace de su trabajo “la senda del té”. Fotografía, performance, instalación y dibujo, su primera muestra en Chile después del Proyecto realizado en Japón el año 2002.”
teverde2.jpg“Un viaje de mil leguas
comenzó bajo la planta de tus pies”
Lao Tse
Es aquel té que contemplé a cada paso, el que ahora dispongo en este otro espacio.
El té se presenta en otro estado, ya está listo para ser infundido y bebido.
Así, cubro con él las líneas antes vacías, donde el cultivador habitaba para plantar, fumigar, podar y cosechar.
El espacio vacío se llena ahora de las hojas procesadas y trasladadas para caminar descalzos sobre ellas. De esta forma, se bebe por los pies cada paso vivido por el té para llegar hasta aquí.”