Insisto en éstos temas sobre sexualidad sagrada y amar a nuestro cuerpo, pienso es la base de una buena relación de pareja, una sana y libre comunicación con nuestros hijos, la pérdida de cargas emocionales y el abrirse a nuevas posibilidades en temas que son realmente desconocidos, muchas veces inaceptados.
Primero que nada es necesaria una comprensión de la naturaleza de la escencia sexual femenina, ésta necesita ser muy explorada…
Una mujer es esencialmente YIN, como el océano, profunda, misteriosa, acuosa. Las tradiciones Taoístas, la consideran como  energía yin inagotable, fresca, receptiva y fértil, de tal poder como ser capaz de recibir otra vida dentro de ella.
Pero muchas mujeres han perdido el contacto con su energía más profunda Yin y hoy han cultivado sobre todo su lado Yang, producto de una carencia de conversaciones sexuales apropiadas, de condicionamientos sociales y dogmas religiosos, tomando como referencias lo que nos entrega la televisión, películas y las clases de anatomía básica aprendida en el colegio.
Esto tiende a confundirnos y nos lleva a sentir que nuestros cuerpos son inadecuados, que no son bellos y por lo tanto no “deseables” para el otro, creando hábitos sexuales poco sensitivos, propios de un mundo agresivo y acelerado.
Pero nunca es tarde para despertar ésta conciencia, entender la belleza que hay detrás, saber sobre el Clítoris por ejemplo, ese trozo de músculo que contiene 8000 terminaciones nerviosas y que según los Taoístas está directamente conectado con la glándula Pineal.
Saber y comprender sobre qué es la Eyaculación Femenina (¿qué? dirían muchos…), sí, ese líquido muy claro y ligero, la “Ambrosía” o “Amrita” nombre que se le daba en la antiguedad al elixir de la Diosa, éste es un tema que ha sido fuente de discusión y especulación, pero se han hecho investigaciones recientes que explican el fenómeno. Como por ejemplo que en la formación del sexo del feto la esponja que formará su próstata, en las mujeres queda como un tejido fino y se envuelve alrededor de la uretra, creando la “esponja uretral”.
El Dr. G. Schubach ha dicho: “el G-Punto es un área de un tejido fino esponjoso que rodea la uretra de una mujer. Cuando despiertan a una mujer sexualmente, las inflamaciones de este tejido fino que se siente al tacto como un área levantada a través del techo de la vagina. Algunas mujeres pueden tener orgasmos con el estímulo firme de esta área. Y a veces el despertar y el orgasmo accionado de esta manera son acompañados por la eyaculación de un líquido a través de la uretra. Este líquido no es orina, sino es producido por las glándulas, situadas alrededor de la uretra. Aunque cada mujer tiene esta esponja o Punto-G uretral, no todas las mujeres responden de la misma manera a su estímulo.”
Más sobre Punto G y eyaculación femenina.
Hace 2000 años las culturas del Taoísmo y Tantrismo intentaron cultivar estados espirituales elevados del conocimiento a través de técnicas sexuales para alcanzar la inmortalidad. prácticas que parecen haber sido iniciadas en China y en India. Acercamientos experimentales a la vida, y a teorías microcósmicas y macrocósmicas, tomando al cuerpo como espejo interno de la naturaleza externa.
Prácticas físicas sexuales que buscan el amor conciente del cuerpo sutil , postulan a un universo multidimensional gobernado por lo divino, dónde las energías polares de Shakti – Shiva o Yin – Yang, del Cielo y la Tierra, presentan una unidad no -dual y misteriosa que baila en el plano físico dentro de nosotros.