Vivimos en sociedad, a pesar de que algunos quieran arrancarse y a veces logren hacerlo, estamos hechos para vivir en sociedad y definitivamente ahí está el gran misterio de nuestra evolución como humanidad.
Se quiebran matrimonios, se rompen lazos, se terminan sociedades, amistades, así como otras nuevas se abren, pero lo que más duele es que se rompan por problemas comunicacionales. ” es que me dijo…”, “es que tú dijiste”, “nunca me lo dijiste”, etc. Evaluaciones, juicios, con o sin fundamento rondan nuestro día y van construyendo la identidad que constituye lo que “otros creen que yo soy”. Y qué si se supone que al final somos Uno.
En comunicación, Mario Valdivia es un maestro, y su blog un gran apoyo para desarrollar y descubrir ésta habilidad o debilidad, en su post: “Lo basico en cuidar relaciones” dice:
” Vivimos en relaciones, en nuestra vida privada y en la pública. Construimos nuestra identidad en ellas. Sabemos que son muy importantes, las queremos cuidar.
Que yo cuide bien una relación no es tanto algo que hago yo, cuanto una evaluación que hace la otra parte en la relación. Esa evaluación dependerá de si percibe o no que yo estoy comprometido con cuidar la relación, con hacerme cargo de sus preocupaciones y cumplir activamente con los compromisos que ella supone.
Lo básico, entonces, es mantener segura a la otra parte de nuestra dedicación a la relación. Una acción simple fundamental: escuchar sistemática y anticipadamente sus evaluaciones, especialmente buscando escuchar lo negativo, o sea, sus insatisfacciones.
Importante: crear un estado de ánimo de apertura y confianza para que las insatisfacciones se digan con claridad y sin reservas.”
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